Cada año, cuando se acerca diciembre, solemos evaluar nuestras metas: ¿Cuáles logramos? ¿Cuáles no? Sin embargo, esta vez quiero invitarte a enfocar el cierre del año desde otro lugar.
¿Qué tal si en lugar de pensar en los logros y metas pendientes no centramos en agradecer?
El 2024, en lo personal, ha sido un año complejo en muchos aspectos. Y aunque no niego que estoy deseando que termine. También soy capaz de ver todo aquello que puedo agradecer. Desde esta reflexión, quiero compartirte pequeña guía para elaborar tu propia lista de agradecimientos:
- A las personas.
Tómate un tiempo para pensar en todas esas personas que estuvieron para ti este 2024. Pueden ser amistades, compañeros de trabajo, vecinos, mamás del curso o cualquier otra figura de tus círculos sociales. Piensa en todos quienes te acompañaron con una palabra de aliento, con tiempo de calidad, con un abrazo, un consejo, una enseñanza, con compañía, o con un oído atento. Date la oportunidad de agradecerles. Si te animas, hazlo de forma directa: por medio de una llamada, un mensaje o una conversación, créeme que será una hermosa instancia para ambos. - A las alegrías.
Hace ya bastante tiempo, creo que la felicidad es saber disfrutar del camino de la vida, sumando cada uno de esos momentos de alegría que nos llenan el alma. En ocasiones creemos que esos momentos escasean, pero la verdad es que basta con hacer un recuento consciente de nuestros días, para encontrar satisfacciones como llegar a casa y quitarte esos calcetines que te apretaron todo el día o encontrar dinero olvidado en un bolsillo. - A las dificultades.
Sí, las alegrías nos llenan el alma, pero definitivamente, aprendemos más de los fracasos, errores y de todo lo que no resulta como esperamos. No se trata de agradecer todo lo malo que nos pasa, sin embargo, ya que nos pasó podemos utilizar esa experiencia para aprender y agradecernos a nosotros mismos por ser capaz de extraer una lección de la adversidad.

- A ti mismo.
Principalmente agradeceTE por cada vez que pensaste en rendirte y no lo hiciste, por cada vez que superaste el cansancio y seguiste adelante, por cada vez que fracasaste y volviste a intentarlo, por cada vez que aceptaste que no actuaste de la mejor manera e hiciste lo necesario para enmendarlo, por cada vez que decidiste parar y cuidar de ti mismo, por cada vez que fuiste capaz de reconocer que no podías solo y buscaste ayuda…
Con esto no quisiera negar las dificultades, no quisiera caer en un positivismo vacío, sólo te propongo hacer un ejercicio diferente para este cierre de año. Quizás te sorprenda todo lo que puedes descubrir al mirar el 2024 desde la gratitud.